Tengo miedo. Miedo de la vida, de mi futuro, de todo lo que me espera. Tengo miedo a sufrir, de que me fallen, de confiarle mis sueños a alguien y los rompa como si de la nada se tratase. Tengo miedo de la muerte, de lo que haya después, bueno, más bien de que no haya nada. Miedo de morir, y simplemente ser polvo. Miedo de que me olviden, de olvidar, de que me recuerden por algo que no soy. Tengo miedo de la gente, de esperar demasiado de alguien. Tengo miedo de mi misma, de no valerme por mi misma, de prescindir siempre de alguien. Tengo miedo a quedarme sola, oscura, sin nada que me alumbre. Miedo me da soñar, porque es en el único momento que aseguro mi felicidad. Se que suena extraño, pero lo sueños, sueños son, y tengo miedo de despertar. De soñarte, de que me sueñen, de soñar despierta. Me dan miedo las miradas, pueden decir demasiadas cosas. Miedo a que mis ojos muestren odio, esperanza pero ante todo, que muestren dolor, porque eso implica una lágrima. Me da miedo llorar. Tengo miedo a todo, aunque se resuma en una palabra: Tengo miedo a amar.
Amar es soñar, amar es futuro, amar es bonito. Amar es locura, es sentirse, es tocar. Amar son besos, caricias, pasión. Amar avergüenza al sinvergüenza, el responsable cuando ama es loco, y el loco, aun más loco. Si te aman eres libre, ligera. Si te aman es porque eres especial, perfectamente imperfecta, pero real, sincera. Pero ante todo, amar es sufrir, es lágrima, dolor. Amar es soledad, amar es de todo y ante todo miedo. Sencillamente si amas, temes, y con temor, no hay amor, con temor, solo hay mentira. El amor sin odio no existe, el amor sin dolor tampoco. El amor es cruel, pero mientras sea correspondido existe. Yo tengo miedo a descubrirlo, porque lo más cerca que he estado del amor, ha sido en el odio. Amar y odiar es lo mismo: nadie merece ser odiado, por lo tanto, tampoco amado. Porque amor también es odio, también es miedo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario